Personas mayores: Ocho maneras de evitar una caída

Las caídas son casi un tercio de las lesiones no mortales en los EE. UU. Una caída cambia la vida, e incluso lleva a la muerte. Los ancianos corren mayor riesgo de caerse debido a la disminución del tono muscular, el equilibrio y los cambios en la visión. Estas son ocho maneras de estar consciente de tu entorno para que puedas seguir adelante con tu vida como de costumbre:

  1. Iluminación – Prevenir una caída puede ser tan simple como encender una luz, especialmente alrededor de las escaleras. Las luces también iluminan los peligros de tropiezo.
  2. Cambios de nivel – Incluso una elevación de una a dos pulgadas puede causar tropiezos y caídas. Ten en cuenta que los cambios en el tipo de piso pueden cambiar la elevación.
  3. Líquidos – Recoge el hielo que cae en el piso de la cocina, ten cuidado con los pisos mojados del baño después de bañarte o ducharte y con la lluvia en las aceras de hormigón.
  4. Alfombras de área – Utiliza una base antideslizante para tapetes para evitar resbalones. Para los ancianos, lo mejor es renunciar por completo a las alfombras de área para evitar tropezar con el borde.
  5. Desorden y juguetes – Mantén el piso despejado cuando los nietos vengan de visita para eliminar los riesgos de tropiezo.
  6. Escaleras – ¡Una silla no es una escalera! Los taburetes con escalones son un invaluables para muchas situaciones. No subas una escalera alta solo, sin alguien que sostenga la base. ¡¿Y tenemos que decirte que no subas al mostrador?!
  7. Pavimento desigual – Un pequeño guijarro, bellota o grieta en una acera puede derribarte sin previo aviso. Presta mucha atención y camina alrededor de los escombros.
  8. Escaleras – Tropezar en las escaleras puede hacerte caer. Si hay una barandilla, úsala – podrías prevenir un evento traumático.

Ejercicio para la prevención de caídas

Los ejercicios de fuerza y equilibrio/tronco pueden hacer que sea más fácil evitar una caída, así como recuperarse después de una caída. La actividad física es buena tanto para el cerebro como para el cuerpo. Así que busca un compañero de entrenamiento o una clase para mantenerte motivado para hacer ejercicio físico. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento recomienda cuatro tipos de ejercicio, que son buenos para cualquier edad:

  1. Resistencia – El ejercicio aeróbico fortalece el corazón y los pulmones con un aumento de la frecuencia cardíaca. Sal a caminar o toma varios descansos para caminar en el día (¡camina más rápido que cuando vas de paseo!) ¡Prueba una clase de ejercicio o simplemente baila!
  2. Fuerza – Las pesas o el propio peso corporal como resistencia ayudan a fortalecer los músculos para sostener los huesos y el cuerpo. Subir escaleras cuenta como fuerza y ejercicio aeróbico. Si tienes acceso a una piscina, los aeróbicos acuáticos, el uso de pesas en la piscina y la natación también son buenos para la resistencia.
  3. Equilibrio – El yoga o el Tai Chi ayudan con el equilibrio, al igual que la práctica de pararse sobre un pie.
  4. Flexibilidad – Estírate para mantenerte flexible. Disfrutarás de mayor libertad de movimiento para otros tipos de ejercicio y actividades comunes. Incluso puedes hacer estiramientos sutiles mientras estás de pie en las filas.

Ciertas afecciones médicas, medicamentos o problemas de visión pueden aumentar las oportunidades de caerse. Consulta a tu médico para averiguar si necesitas precauciones adicionales, como barandillas o barras de sujeción. 

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