Marzo es el Mes de Concienciación sobre el Cáncer Colorrectal

Los millennials hispanos corren mayor riesgo que sus padres
Los médicos destacan la importancia de la educación y las pruebas de detección

(San Antonio, TX, 5 de marzo de 2018) – Los millennials (aquellas personas de entre 18 y 34 años) se encuentran entre las generaciones más educadas de la historia estadounidense y este año se clasificaron como la generación de mayor poder adquisitivo. Entre todas las áreas metropolitanas de los EE. UU., San Antonio experimentó recientemente el mayor aumento en su población de millennials. Pero el brillante futuro de estos líderes se opaca por el segundo tipo de cáncer más mortal del país: el cáncer colorrectal.

Estudios de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer hallaron que, si bien las tasas de cáncer de colon disminuyeron para las personas mayores de 50 años, han aumentado de 1 a 2 % por año para las personas de 20 a 39 años.

El Dr. Antonio Serna, gastroenterólogo del Baptist Health System en San Antonio, afirmó que estas tendencias son un recordatorio de que la educación y las pruebas de detección son importantes en todas las edades. Y expresó que “Los estudios indican que las personas menores de 55 años también tienen alrededor de un 60 % más de probabilidades de ser diagnosticadas con la enfermedad en estadio avanzado que personas mayores de esa edad”. El Dr. Serna también señala que las dietas modernas incluyen alimentos altamente procesados y con altos niveles de azúcar y carbohidratos. Esto, junto con un estilo de vida sedentario, contribuye a la obesidad, que es un factor de riesgo para el cáncer colorrectal.

"No importa la edad, todos deberían conocer los signos y síntomas", indicó el Dr. Serna. “Las pruebas de detección son importantes para descubrir a tiempo problemas, como pólipos precancerosos, e intervenir antes de que comprometan la vida del paciente. Un futuro saludable para todas las generaciones depende de muchos factores”, afirmó. La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer informa que tradicionalmente han recomendado pruebas a los 50 años para la mayoría de las personas, pero ahora proponen que se considere realizar pruebas de detección en edades más tempranas.