Procedimiento reduce el riesgo de accidente cerebrovascular durante la cirugía

Los cirujanos vasculares del Baptist Health System utilizan, durante la cirugía, una tecnología especial para reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares en los pacientes que se someten a un procedimiento para eliminar las placas en las arterias carótidas. El procedimiento de revascularización transcarotídea (TCAR, por sus siglas en inglés), ofrece a los pacientes un método potencialmente más seguro de colocación de un stent carotídeo. Las arterias carótidas suministran sangre oxigenada al cerebro. En el procedimiento TCAR, se inserta un stent en la arteria carótida común a través de una pequeña incisión. El riesgo de accidente cerebrovascular se reduce invirtiendo temporalmente la dirección del flujo sanguíneo en la arteria carótida, de modo que cualquier residuo que se desprenda por el procedimiento no viajará al cerebro donde podría causar un accidente cerebrovascular.

Cada año, más de 300,000 personas en los Estados Unidos son diagnosticadas con obstrucciones, o placas, en las arterias carótidas. Cuando esta arteria se obstruye debido a la acumulación de placa, la persona tiene un alto riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular si esta placa se desprende y fluye al cerebro. Muchas personas pueden controlar la estenosis de la arteria carótida con medicamentos y cambios en su estilo de vida. Sin embargo, otros pueden requerir cirugía de revascularización carotídea para reparar la obstrucción en la arteria.

Este fue el caso de Jan Myers, de 78 años. Se dirigió al Northeast Baptist Hospital cuando comenzó a sufrir síntomas de un accidente cerebrovascular. El Dr. Grady Alsabrook, cirujano vascular, realizó la cirugía TCAR para abrir las arterias carótidas de Myers. “Ahora me siento genial y no tengo que mirar por encima del hombro para ver si la parca está detrás de mí”, dice Myers.