Un sobreviviente de accidente cerebrovascular afirma que el equipo de la nueva unidad neurológica salvará más cerebros y vidas

San Antonio, TX – Cada 40 segundos alguien en los Estados Unidos sufre un accidente cerebrovascular y cada cuatro minutos un accidente cerebrovascular se lleva otra vida. Los expertos prevén que en los próximos años podrían aumentar las tasas nacionales de muerte y discapacidad por accidentes cerebrovasculares como consecuencias de retrasos en la atención médica y estilos de vida poco saludables adoptados por los estadounidenses durante la pandemia de COVID-19.

Para ayudar a revertir esta tendencia alarmante, el Northeast Baptist Hospital en San Antonio abrió una nueva unidad este año e incorporó nuevas tecnologías y especialistas dedicados al tratamiento y la prevención de accidentes cerebrovasculares y a la rehabilitación de los sobrevivientes. El Dr. Suman Nalluri, neurólogo especialista en accidente cerebrovascular y director del nuevo programa, señaló que la unidad ofrece otro punto de acceso esencial para los pacientes con accidentes cerebrovasculares que necesitan atención vital en el condado de Bexar, al noreste, el área circundante y hasta el corredor de San Marcos.

"El tiempo es cerebro cuando se trata de un accidente cerebrovascular", aseguró el Dr. Nalluri. Y agregó: "Los segundos marcan la diferencia entre si una persona sobrevive y si sufrirá o no efectos negativos para la salud a largo plazo". "Una persona que sufre un accidente cerebrovascular puede perder hasta 2 millones de células cerebrales por minuto hasta que se restaure el flujo sanguíneo al cerebro. Nuestro objetivo es intervenir rápidamente, salvar las células cerebrales, salvar vidas y garantizar que nuestros pacientes puedan volver a tener una calidad de vida normal después de un accidente cerebrovascular". El accidente cerebrovascular sigue siendo la principal causa de discapacidad en los Estados Unidos. Actualmente, 3.8 millones de mujeres y 3 millones de hombres viven con discapacidades como consecuencia directa de un accidente cerebrovascular. Las investigaciones demuestran que la intervención y el tratamiento tempranos están directamente relacionados con la reducción de deficiencias motrices y cognitivas, como disfunciones del habla, parálisis, ceguera y pérdida de memoria, así como con tasas de mortalidad más bajas.

La Baptist Brain and Stroke Network del Northeast Baptist Hospital cuenta con un equipo multidisciplinario de neurocirujanos y neurointervencionistas, enfermeros navegadores para accidentes cerebrovasculares y profesionales de rehabilitación que colaboran con los médicos de emergencias y el personal del SEM para tratar a los pacientes desde el momento en que llegan a la sala de emergencias hasta el momento en que regresan a casa. Equipado con la última tecnología de imágenes cerebrales bidimensionales y tridimensionales en biplano, y con la capacidad de obtener imágenes cerebrales mediante inteligencia artificial, llamada RapidAI, el equipo puede acelerar decisiones inmediatas de triaje y transferencia y, en algunos casos, ha eliminado coágulos cerebrales en menos de 12 minutos. La American Stroke Association recomienda que los pacientes reciban tratamiento para la eliminación de coágulos en menos de 60 minutos desde el momento en que llegan a una sala de emergencias, y el equipo del Northeast Baptist lo está logrando en una quinta parte de ese tiempo.

Billy Scott, de 64 años, de Canyon Lake, sufrió un accidente cerebrovascular masivo a principios de febrero y dijo que tiene suerte de estar vivo, gracias a la Baptist’s Brain and Stroke Network. "Mi accidente cerebrovascular fue tan grave que la arteria carótida derecha colapsó por completo. Por suerte me llevaron al Baptist's Resolute Health Hospital en New Braunfels, donde rápidamente me transfirieron a un hospital del Baptist Health System en San Antonio", comentó. "Después de que eliminaron la obstrucción, pasé tres días en el hospital, y volví al trabajo en un mes, sin discapacidades ni problemas". Scott afirmó que pudo volver a hacer lo que ama, que es trabajar con sus manos haciendo reparaciones en el hogar en su comunidad de Canyon Lake, y ayudar a sus clientes. "Es reconfortante saber que agregaron un nuevo programa en el Northeast Baptist Hospital, más cerca de casa para otros que puedan necesitarlo rápido como yo", dijo Scott.