Kayla Byrd, RN
Oncology Nurse Navigator
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Andrea Kassem, RN, OCN, CBCN, CN-BN, NBC-HWC
Lead Oncology Navigator
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Lorri Dinkins, BSN, RN
Oncology Nurse Navigator - Breast Cancer Network
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Shelley Jones, BSN, RN, OCN
Oncology Nurse Navigator, GI Cancer Center
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Más información

HG - Tumores en el conducto raquídeo o la médula espinal - Secundario

¿Cuáles son los síntomas de los tumores del conducto raquídeo o la médula espinal?

Las personas con tumores en la médula espinal o en el conducto raquídeo pueden experimentar primero dolor de espalda que no está asociado con actividad física, postura o lesiones. Este dolor puede empeorar por la noche. Cuando el tumor presiona la médula espinal o los nervios que se ramifican fuera de ella, los síntomas pueden incluir:

  • Problemas de equilibrio y caídas
  • Incapacidad para mover algunas partes del cuerpo
  • Incontinencia
  • Pérdida del sentido del tacto y de la sensación de calor y frío
  • Escoliosis o curvatura de la columna vertebral
  • Rigidez, hormigueo o entumecimiento

¿Cómo diagnostica un médico los tumores del conducto raquídeo o la médula espinal?

Si un médico sospecha de un tumor de la columna vertebral, primero revisa los síntomas y la historia clínica del paciente y realiza un examen físico. Puede solicitar exámenes radiológicos como una radiografía y una gammagrafía ósea para verificar la presencia de tumores óseos, una tomografía computarizada para obtener una imagen detallada de las vértebras y el conducto raquídeo, o una resonancia magnética para examinar el tejido blando dentro del conducto raquídeo. Una biopsia (muestra de tejido) puede determinar si un tumor es canceroso.

¿Qué tratamientos están disponibles para los tumores del conducto raquídeo o la médula espinal?

Muchos de los tumores de la médula espinal o el conducto raquídeo se pueden extirpar quirúrgicamente. Los cirujanos de columna usan una combinación de estudios de imagenología para planificar cuidadosamente la cirugía, con el objetivo de minimizar cualquier daño nervioso.

Algunos tumores se tratan con radiación o quimioterapia. Este es el caso más frecuente para los tumores metastásicos avanzados, cuando el objetivo del tratamiento es paliativo.

Si un tumor de la médula espinal o el conducto raquídeo es benigno, un médico puede recomendar un monitoreo. Las pruebas periódicas de imagenología monitorean si se producen cambios.

Fuentes:
https://aans.org/Patients/Neurosurgical-Conditions-and-Treatments/Spinal-Tumors
https://medlineplus.gov/spinalcorddiseases.html